Colonias

Que este año no querían llamarlo así, porque es el Bicentenario y hablar de colonias les resultaba muy contradictorio

Fue un trabajo muy interesante, de verdad me gustó mucho y me encantaría poder trabajar de esto de forma permanente.
Pude conocer personas de distintos contextos, de distintas edades. Cada uno con un problema distinto, algunos con problema inventados por mero aburrimiento, otros con problemas tremendamente serios.

Si bien los chicos en general nunca me gustaron mucho, podría decir que gracias a este trabajo pude no "encariñarme" pero si lograr acercarme un poco mas a ellos. Habían chicos con mucho talento para dar, dispuestos a hacer muchas cosas. También habían chicos que no podían concentrarse en lo más mínimo porque sus mentes más que aprender o seguir una consigna, necesitaban desahogarse o distraerse lo más pronto posible. Esto se hizo más evidente el Lunes, después de haber pasado el fin de semana con sus familias (si las tenían) o en sus casas (si también las tenían)
Con algunos chicos me encariñé mucho, no puedo negarlo. Bruno fue el nene que más me gustó conocer. También, los ojos de Zaya eran los más dulces de todos.

Nenes de distintas edades y distintas vidas, distintos valores o ideologías. El grupo docente también me gustó mucho, gente con muchas ganas contener y ayudar a los que más lo necesitaban.

Fue una verdadera lástima no haber podido quedarme al acto, pero el trabajo burocrático del cual me encargué esas 2 semanas tenía que ser entregado.
Trabajar con chicos te enseña muchas cosas, pero también te enterás de todo lo que los adultos no quieren ver. Ellos hablan, expresan las situaciones del día a día según como lo ven sus ojos.

Espero volver a verlos el verano